Debiera de serlo. En pleno siglo XXI, cada vez precisamos más de nuestro tiempo y todo aquello que nos proporcione algo más, siempre supone un pequeño descanso. Así fue como definimos el servicio. Es más, lo pusimos gratuito para que la gente se animara a probarlo.
El resultado ha sido intermedio. Hay mucha gente que no desea dejarte el coche sin antes visitar el sitio donde lo van a tratar, al menos la primera vez, y otros que desconfían sencillamente. Para tratar de eliminar esas trabas, fue para lo que instalamos la cámara Web.
Los que lo prueban, eso sí, están encantados, y cada vez hay más gente que se está pasando a esta modalidad.
Evidentemente es un coste y un esfuerzo adicional para el taller, pero tiene su recompensa cuando hablas con los clientes y te comentan los problemas que les evita y que esto les ayuda a seguir contando con nuestros servicios.
Y tú, amable lector, ¿qué opinas?
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